Barcelona

Los jardines ya gozaban de una gran popularidad entre los barceloneses a principios del siglo XX. En 1910 el Real Club de Polo se instaló en los terrenos popularmente conocidos como Can Ràbia, junto a la carretera de Sarrià. Un espacio entre la avenida Diagonal y el solar donde, posteriormente, se levantaría el estadio de Sarrià del RCD Espanyol.
El solar, mucho más grande que el actual espacio verde, agrupaba campos de césped, pistas hípicas, aparcamientos, casetas de servicio y espacios sociales y deportivos, como pistas de tenis y zonas ajardinadas con áreas de paseo. En 1932 el Real Club de Polo se trasladó a su emplazamiento actual, en la avenida Diagonal. El parque deportivo de Can Ràbia se convirtió en 1935 en el complejo deportivo de Piscines i Esports. El RCD Espanyol utilizaba las instalaciones deportivas como espacio para hacer pruebas de selección de jugadores u otras actividades vinculadas con el fútbol.
En el recinto de
Piscines i Esports se organizaron campeonatos deportivos escolares, olimpiadas populares, bailes de sardanas y otros bailes y verbenas. Durante la Guerra Civil, se convirtió en centro de reclutamiento y, durante la dictadura, recuperó su función como centro privado deportivo, denominado entonces "Piscinas y Deportes”. La presión vecinal hizo que, a finales de los ochenta, el espacio volviera a recuperar el uso público.

Si accedemos por la calle del Doctor Fleming, veremos un pequeño estanque semicircular con dos sauces. Desde este punto, se observa una amplia extensión que llega al paseo, tranquila y medio sombreada.
En primer término, encontramos grandes ejemplares de ombú o bellasombra (Phytolacca dioica) y palos rosas (Tipuana tipu). Si bordeamos el equipamiento privado encontramos, alineadas, palmeras (Phoenix canariensis). En el paseo central hay un grupo de chopos (Populus nigra), que abundan en todo el espacio del jardín, y, al otro lado, palos rosas. En el recorrido aparecerán diferentes ejemplares de moreras (Morus alba), palmeras y palmitos (Chamaerops humilis), pinos (Pinus canariensis), pimenteros falsos (Schinus molle) y robinias (Robinia pseudoacacia). En el otro extremo de los jardines, justo en el acceso de un aparcamiento privado (Bori i Fontestà con Ganduxer), sobre una celosía de madera trepa una parra virgen (Parthenocissus tricuspidata). Las adelfas (Nerium oleander) que crecen allí han superado el estadio arbustivo y han adquirido ya forma arbórea.
En la vertiente norte encontramos un área ajardinada de forma triangular y de menor superficie, que cierra el espacio resguardándolo del ruido urbano. En este espacio hay pinos blancos y encinas, a cuyos pies crecen abelias, acantos y lentiscos.

En el subsuelo de estos jardines está el depósito pluvial de Bori i Fontestà, uno de los depósitos de recogida de aguas pluviales que forma parte de la red municipal que gestiona los caudales de agua de lluvia de la ciudad. También hay un pozo de captación de agua que alimenta con recursos hídricos al vecino Turó Park, uno de los parques históricos de Barcelona, que se encuentra casi junto a estos jardines.